martes, 7 de abril de 2020

PARTE DE GUERRA
Asunto: Vacunación masiva.
Sujetos pasivos (por orden de tamaño): Quinta (cánido), Pili (cánido), Sole (felino).
Fuerzas Vivas: Cristóbal (a) El Vete, mi santo, quien suscribe



En el día de hoy, cautivo y jeringuillado el ejército animal, han alcanzado las fuerzas vivas sus objetivos. La guerra vacunadora ha terminado.

Aunque no existen pruebas documentales salvo los correspondientes sellos en las cartillas de cada sujeto pasivo y el artístico rayado de brazos y manos, puede afirmarse que la batalla arroja un saldo favorable para las fuerzas vivas humanas.

El Alto Estado Mayor había estudiado un plan de ataque planificando cuidadosamente la estrategia a seguir, ya que los sujetos pasivos tienen una dilatada experiencia de huida y/o camuflaje en campo abierto, así como ofrecen una resistencia numantina a cualquier intento de penetración en sus filas, cuando no utilizan la ya conocida maniobra de la Palmera, esto es, huida en desbandada hacia puntos opuestos: Norte (Quinta), Sur (Pili) y Andepijoestálagata (Sole) lo que dificulta enormemente el avance de las fuerzas vivas y las obliga a desplegarse y consecuentemente debilita su efectividad en el ataque. El sujeto pasivo Sole representaba el mayor peligro y dificultaba enormemente la maniobra, pese a la gran distancia entre su campamento base (sótano) y la trinchera del comando veterinario (planta baja), por lo que se hizo imprescindible idear un plan, el Plan Cristóbal-De-La-Valla-No-Pases, y que consistía en lo siguiente:
  • Camuflaje del comando veterinario Cristóbal (a) El Vete tras la valla de acceso.

  • Equipamiento del susodicho con armamento de asalto, con el seguro quitado y listo para disparar (la jeringuilla a punto de pinchazo).

  • Contacto por radio (móvil) del comando veterinario con las fuerzas vivas para informar de su posición en el Puesto Nº 1 (“Ya estoy tras la valla con la jeringuilla cargada”). Momento este en que la fuerza viva nº 2 (yo) le abre la puerta de la valla y posibilita su aproximación al Puesto Nº 2.

  • Maniobra de aproximación silenciosa de la fuerza viva nº 1 (mi santo) al sujeto pasivo Sole, que dormita apaciblemente en su almohadón del sótano (tiene varios diseminados por toda la casa).

  • Maniobra de distracción con caricias y arrullos varios al referido sujeto pasivo Sole, mientras simultáneamente la fuerza viva nº 2 (yo) abre sigilosamente la puerta al comando veterinario, quien accede de puntillas al Puesto Nº 2 (tras a puerta de entrada a la vivienda) jeringuilla en alto.

  • Abrazo de la fuerza viva nº 1 al sujeto pasivo Sole sin dejar de acariciar y arrullar, efectuando una maniobra de distracción por la casa mientras el comando veterinario aguarda en su puesto. Dato a reseñar: el mosqueo felino ante tanto mimo a deshoras.

  • Apertura de la puerta de acceso. Este es el momento más delicado de la operación, ya que el comando veterinario queda expuesto a las miradas del sujeto pasivo Sole, siendo localizado por este y consecuentemente abandonada toda actitud de amistosa complacencia para comenzar la maniobra de repliege a toda uña.

  • Es en este preciso momento cuando  la fuerza viva nº 1 tiene que mostrar toda su capacidad de aguante y sujetar firmemente al sujeto pasivo Sole, que a estas alturas está ofreciendo una feroz resistencia y clavando todas las uñas clavadoras, y más, en cualquier punto de la anatomía de la fuerza viva nº 1 que se le ponga a tiro (y se le ponen muchas, oiga).

  • Ataque casi suicida del comando veterinario mediante un rapidísimo avance jeringuilla en alto, abalanzándose contra el sujeto pasivo Sole y ejecutando el tiro de gracia en el lomo, mientras el sujeto pasivo es un molinillo de garras moviéndose espasmódicamente en todas direcciones.

  • Rendición incondicional del sujeto pasivo Sole, que, libre por fin, huye despendolada a las profundidades del sótano no sin dejar atrás un reguero de víctimas, esto es, brazos y manos a rayas.
Una vez puesto en marcha el Plan De-La-Valla-No-Pases y efectuado el tiro jeringuillesco de gracia al sujeto pasivo Sole, la batalla estaba prácticamente ganada ya que el sujeto pasivo Quinta, con casi treinta kilogramos de peso a la canal y muy poca agilidad en su cuerpo serrano, tiene muy difícil la maniobra de camuflaje y se suele rendir incondicionalmente sin mayores daños. No obstante, el sujeto pasivo Pili, con tres kilogramos de pura fibra y más parecido a un cruce de rabo de lagartija con ardilla histérica, ofrece una enconada resistencia mediante la maniobra cógeme-si-puedes, siendo muy difícil de atrapar y obligando a las fuerzas vivas a emplearse a fondo para acorralarla y proceder.

De todos modos, estos dos sujetos pasivos son muy proclives al soborno y se dejan corromper con relativa facilidad, habida cuenta su permanente predisposición a tragarse todo lo que le pongan por delante, por lo que caso de fallar la maniobra de acorralamiento se suele pasar al Plan B, uséase, Chuche for you.
Y así, todos los años.

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